Sin saber nada de diseñar, liderar, ni siquiera por donde comenzar... solo un sueño y unas ganas inmensas de poder mostrar lo que en su creación salía cada día, donde se dio cuenta que es más que suficiente tener la mentalidad de crecimiento para poder alcanzar el objetivo, sin necesidad de ser un experto, sino que fue aprendiendo a la par que iba naciendo la marca

Sin tener conocimientos previos sobre diseño, liderazgo ni siquiera una idea clara de por dónde comenzar, solo contaba con un sueño y un deseo inmenso de mostrar al mundo lo que su creatividad generaba cada día. Fue entonces cuando descubrió que lo único realmente necesario era tener una mentalidad de crecimiento para alcanzar sus metas. No hacía falta ser un experto desde el principio; lo esencial era estar dispuesto a aprender, a adaptarse y, sobre todo, a evolucionar.